LaVanguardia.es, un modelo a seguir
Leo en La Vanguardia la noticia sobre nuevos servicios exclusivos para suscriptores, tal como el de acceso a la edición impresa en varios formatos y desde distintos dispositivos digitales – PC, Tablet, Smartphone -. Al limitar algunos de estos nuevos servicios a los suscriptores, el medio renuncia a una importante audiencia.
Esta noticia me retrotrae 15 años atrás (1998), cuando asumí la gerencia de La Vanguardia Digital S.L., cuando uno de los principales debates acerca del modelo de negocio de los medios digitales versaba sobre si el acceso a la edición en Internet debía ser gratuita o de pago, limitada exclusivamente a suscriptores o de libre acceso .
El diario New York Times en ese tiempo ya mantenía un modelo de acceso limitado, en algunas ocasiones de pago y en otras gratuito, pero con el requisito de registro previo, a costa de renunciar a una importante audiencia anónima.
Es una buena estrategia potenciar el servicio de los clientes afines a la marca, quienes están dispuestos a pagar por el acceso a servicios informativos. Los medios no venden toda la publicidad que generan sus páginas digitales y el stock disponible mantiene un precio medido en coste por mil impresiones (CPM) a la baja.
La Vanguardia se posiciona con ventaja en una batalla por la calidad más allá de la cantidad , coherente con la posición de una marca que sigue siendo líder en España en número de suscripciones, y por lo tanto en fidelidad.