COACH & COS para celebrar el momento
Ahora mismo estás respirando unas diez veces por minuto. El aire que inspiras es más frío que el que expiras. Pruébalo: inspira, retén el aire en tus pulmones un momento y expira. Otra vez: inspira y expira suave y profundamente
Cuando el aire entra por la nariz presta atención a su temperatura y cuando sale también. Quizás te ayude cerrar los ojos. Sin prisa, hazlo una vez más con los ojos cerrados.
¿Te has dado cuenta? Seguro que sí, mientras te fijas en algo tan simple como la temperatura del aire en tu nariz, has alejado de tu mente fantasías, problemas, quizás alguna culpa o miedo en forma de pensamiento circular y recurrente; has estado presente y te has dado cuenta de algo.
Siento, luego existo
Un filósofo ilustrado sentenció «cogito ergo sum» (pienso, por consiguiente, soy). Habría sido más útil un «siento, en consecuencia existo» y lo explica muy bien el neurocientífico Antonio Damasio en su libro El error de Descartes.
Cuando el pensar secuestra el espacio del sentir, nuestra mente puede actuar de manera compulsiva para situarse en un estado de anestesia emocional que no ayuda a estar ni bien ni en paz ni en equilibrio.
Una aproximación necesaria al dilema pensar o sentir lo aporta la terapia Gestalt que considera cuerpo humano y conciencia como un todo único, que cambia continuamente, interactúa con el entorno y se adapta creativamente a él.
Por su naturaleza, la «conciencia del cuerpo», ayuda a sentir, promueve la integridad, la autoexpresión y la autocuración.
Desde la perspectiva Gestalt el objetivo es ver lo que ocurre, darse cuenta, incluso de los hábitos automáticos que quizás no están del todo alineados con nuestra conciencia.
La conciencia abarca el conocimiento del entorno, la responsabilidad por las decisiones, el conocimiento de uno mismo, la aceptación de uno mismo y la capacidad de comunicar.
Desde otra escuela, la primera habilidad básica que identifica al psicólogo Daniel Goleman para definir lo que es la inteligencia emocional es el autoconocimiento, otra forma de expresar el hecho de darse cuenta.
Estoy preparando con la actriz Clara del Ruste el taller Coach & Cos (cos es cuerpo en catalán) para aprender a escuchar lo que dice nuestro cuerpo, teniendo bien presente la situación excepcional en la que nos encontramos y los retos emocionales que se acercan.
Confieso que diseñar las actividades del taller con Clara me ha puesto en situación de darme cuenta de lo poco que he escuchado a mi cuerpo.
Ahora el propósito es recuperar la capacidad de sentir miedo, felicidad, rabia o confianza para darnos cuenta de lo que ocurre, superando la asfixiante presencia del omnipresente metaverso covid que ocupa un espacio vital que no le corresponde.
Ante la duda, nuestro maestro será el cuerpo, que nunca se equivoca.
Estamos terminando otro año inmersos en situación de pandemia. Es un buen momento para intentar pensar menos y sentir más. Pido para el 2022 respirar bien y sobre todo que seamos conscientes de ello para celebrarlo.